viernes, 15 de julio de 2011

EL MISTERIO DE LA TRINIDAD


Son muchas las personas,  ministros,  estudiosos de la biblia, y  denominaciones y grupos religiosos, que se han esmerado por interpretar y explicar el misterio de la trinidad. Este misterio nos revela a un Dios trino que hace de padre, de hijo y de Espíritu Santo.  La expresión trino, denota: "lo que contiene tres cosas distintas".  Veamos Juan 14:26

"Más el consolador, el Espíritu Santo, a quien mi padre enviará en mi nombre  (Jesús), él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho". 

Por mucho tiempo, los estudios bíblicos nos han dicho que el milagro de la trinidad hace referencia a un Dios que se expresa en tres personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.  Que estas personas se pueden contar y diferenciar, pero que están totalmente de acuerdo en propósitos. Pero... ¿qué es lo que realmente las hace común o formar un solo Dios?


Eso precisamente es lo que, desde mi opinión, pretendo explicar de manera breve y a continuación, según el sentir que Dios ha puesto en mi corazón, sin pretender tener la última palabra con respecto a este misterio, pues realmente es un misterio.

Parto recordando que Dios, no es sólo persona, sino que a semejanza nuestra, tiene un Espíritu. Este Espíritu es el Espíritu Santo que está en él. Jesús también tiene un Espíritu, que es el mismo Espíritu de Dios, es decir, el Espíritu Santo. El padre llenó de su Espíritu al hijo durante su ministerio terrenal. A Cristo no se le dota de un Espíritu diferente al de Dios. Es el mismo Espíritu Santo que está en Jehová, Dios. Isaías 42:1 expresa: "He aquí mi siervo, yo lo sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones".

Ahora bién, durante su ministerio terrenal, sabiéndo Jesús que partiría físicamente de este mundo, nos  prometió no dejarnos sólos, sino que oraría al Padre, para que nos enviase un consolador   que estuviese con nosostros para siempre. Este es el  Espíritu Santo, que vendría a morar en nosotros, cuando aceptáramos a Cristo como nuestro salvador, claro.  En Juan 14:16 podemos leer el siguiente  versículo proferido por Jesús:  "Y Yo rogaré al Padre, y os dará otro consolador, para que esté con vosotros para siempre".  Esto era necesario para guiarnos a toda verdad y para dar testimonio de él.

Notamos entonces,  que el Espíritu Santo está en Dios Padre, pero también en Dios hijo. Aparte de ello, entra en nuestras vidas cuando  reconocemos el sacrificio de Cristo y le recibimos en nuestro corazón como nuestro salvador . A través de él se nos revela Cristo y hace que Cristo, aunque esté a la derecha del padre en los cielos, en estos momentos, también esté en nosotros, y, poco a poco, ese Espíritu Santo, va desarrollando la obra de hacernos semejantes a Cristo. Es decir, verdaderos cristianos. Recordemos también que a través de Cristo y en Cristo que es revelado por el Espíritu Santo a nuestras vidas, somos llamados hijos adoptivos de Jehová Dios.

De todo lo anterior podemos concluir que el Espíritu Santo tiene un papel preponderante en Dios Padre, en Dios Hijo, en él mismo, y hasta en nosotros, pués Cristo nos dió su Espíritu.

Analizamos asímismo, que en las tres personas está un mismo Espíritu, y que es este Espíritu el que   hace ponerse de acuerdo a las tres personas en propósitos o intenciones, porque es uno mismo. Y por ello es que decimos que Dios se revela como tres personas. Porque el Espíritu de Dios está en Dios, está en Cristo y actúa como tal en todo cristiano verdadero, lo que nos hace ponernos también de  acuerdo con Dios, esto es, de acuerdo con sus propósitos.

La diferencia con respecto a nosotros los creyentes, está, en que contamos con dos espíritus: el Espíritu Santo que viene a morar en nosotros por la gracia de Cristo, y el espíritu propio, otorgado por Jehová Dios.

El Padre y el Hijo tienen el Espíritu Santo, y sólo él, y este Espíritu Santo desde el principio, como una persona diferente que une al Padre y al Hijo, a la vez que lo representa, ha estado trabajando, pero unido con Padre e Hijo en propósitos.

Estas tres personas distintas en cuerpo, pero unidas en Espíritu y en propósitos: Padre, Hijo y Espíritu Santo, forman el gobierno, llamados Dios. De ahí que se diga que son tres personas distintas en un sólo Dios verdadero, y al haber un sólo Espíritu para los tres: Padre, Hijo y Espíritu Santo, se dice que hay un solo Dios actuando de tres diferentes maneras, y que el Espíritu Santo es el mismísimo Dios, que de acuerdo con las circunstancias, actúa de tres modos diferentes. 

Concluyo entonces argumentando que el verdadero misterio, de la trinidad, está en el Espíritu Santo en sí.  En la forma como este Espíritu  actúa de manera diferente, en las tres  personas, pero con un mismo propósito y acuerdo a la vez. Misteriosamente también viene a morar en nosotros cuando aceptamos a Cristo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario